Nos tomamos muy en serio el impacto de la inteligencia artificial en nuestras vidas. Es por ello que en Atomian siempre trabajamos con los valores éticos más estrictos, y en particular con este decálogo que guía siempre la construcción de nuestros productos:

1. La IA es una herramienta a nuestro servicio, no una entidad en sí misma.

2. La IA no hace cosas por sí sola; somos nosotros quienes las hacemos con la IA, y por tanto somos responsables de sus resultados.

3. La IA en el entorno empresarial debe centrarse en realizar tareas aburridas y tediosas, para permitir que las personas se dediquen a trabajos interesantes. Nunca al revés.

4. Todos los usuarios en el entorno empresarial tienen derecho a saber si están interactuando directa o indirectamente con una IA.

5. La IA debe adaptarse al entorno productivo de las personas, y no al contrario. Las personas no deberían tener que adaptarse a la IA.

6. La IA no es perfecta, y no debe pretender serlo. Comete errores que deben ser detectados para permitir mecanismos de revisión manual.

7. La IA de Atomian debe ser, y es, explicable y gobernable. Todo lo que decide tiene una razón conocida, y sus comportamientos pueden ajustarse para mejorarla.

8. Los productos que utilizan la IA de Atomian deben hacer la vida de las organizaciones más sencilla, no más complicada. Por lo tanto, deben contribuir a organizaciones más felices.

9. Los productos que utilizan la IA de Atomian deben cumplir con los máximos estándares en materia de regulación, e incluso ir más allá si es necesario.

10. La IA en el entorno empresarial es un viaje, no un momento puntual. Este viaje debe ser sin sobresaltos, sin obstáculos y sin disrupciones.